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¿Los virus de los niños te dejan fatal? Tengo la solución…

¡Los virus de los niños en los adultos son MORTALES! Bueno vale, me he pasado… Pero que me dejan hecha un trapo durante una semana es un hecho. ¡Y ay de mí como estemos malos a la vez y nos quedemos solos en casa! De quedarse tranquilito en el sofá nada de nada… Pero ya tengo una estrategia Anti-Virus que me funciona. ¿Quieres saber cuál es?

X e Y eran una pareja feliz. Tenían un buen trabajo, hacían deporte y seguían una alimentación sana. Nunca faltaban al trabajo porque jamás se ponían malos. Viajaban a los sitios más recónditos donde comían las cosas más extrañas. Nunca pasaron de una mala noche.

Su felicidad se vio incrementada con la llegada del precioso Bebé Z. Todo era perfecto.

Pero algo cambió el día que el pequeño Z empezó a ir a la guardería. De la noche a la mañana, gripes, gastroenteritis y anginas se sucedían sin parar. Días y días durante los cuáles X e Y no podían ni levantarse de la cama.

¿…Te suena? Seguro que podrías poner tu nombre en esa ecuación. Pero ¿cuál es la explicación? ¿Hay solución ante esos virus de los niños, que a los adultos nos dejan K.O.?

VIRUS DE NIÑOS EN ADULTOS

Empezaré explicando que contra las enfermedades víricas no funcionan ni los antibióticos ni los medicamentos. El único remedio efectivo es la vacunación. 

Por ejemplo, actualmente muchos niños están vacunados contra el rotavirus, responsable de la mayoría de las gastroenteritis. Por lo tanto a ellos no les afecta demasiado. Pero, ¿adivináis quiénes no estamos vacunados contra ello…?

Además, aunque los más pequeños son portadores y transmisores de la mayoría de los virus invernales, sus defensas tienen más capacidad de reacción que las nuestras (la edad no perdona…). Por tanto, frente a los virus de niños  tú te hundes miserablemente en el sofá, intentando no pensar en la montaña de trabajo que tienes en la oficina.

¡BASTA YA!

La última vez que me pasé 4 días en la cama (agradeciendo a Dios que mis padres casualmente estuviesen en Madrid para ayudarme), decidí que ya no iba a aguantar más ataques indiscriminados. ¡Ya no podía más!

Así que desarrollé una estrategia basada en: prevención, prevención y más prevención. Con unas pautas sencillas y un botiquín bastante natural, he conseguido mantener a raya a esos virus.

* (Aviso que esto en ningún caso pretende sustituir a un consejo médico, a quién hay que consultar siempre en caso de duda).

CÓMO EVITAR EL CONTAGIO DE VIRUS DE NIÑOS

1. LAVARME LAS MANOS

Vale, parece una obviedad. Pero me refiero a lavarlas cada vez que le limpias la nariz o le coges la manita (cuando está malito, claro).

¿Lavarte las manos cada vez que tocas a tu hijo enfermo es un poco paranoico? Puede ser, pero yo me acuerdo de lo mal que estuve la última vez y no me importa tanto ser una loca…

También es importante fomentar esa higiene en los niños, ya que evitará que entre ellos se pasen las enfermedades.

Para el bolso o el coche, un paquetito de toallitas desinfectantes va a ser tu mejor amigo.

2. REFORZAR MI SISTEMA INMUNOLÓGICO

Diariamente desde octubre hasta marzo, me meto un chute de refuerzo inmunológico: todos los días tomo un suplemento de vitaminas.

Después de probar varios compuestos, encontré unas pastillas naturales llamadas Inmunoplus. Contienen hongos, extractos de plantas, propóleos y vitaminas. Sé que empezar con la palabra hongo no anima mucho, pero no he vuelto a tener gripe.

3. EVITAR VIRUS INTESTINALES

Para esto, tener a los microorganismos del intestino (probióticos) contentos es fundamental. Como he explicado antes, estos virus a los pequeños les afectan mucho menos.

Alimentarme con prebióticos me ayuda a evitar una gastroenteritis fuerte. Yogures griegos, kéfir, quesos fermentados o la maravillosa Inulina, que tomo en mi café dos veces al día. Esto, además de evitar diarreas y vómitos, es buenísimo para la regularidad intestinal y para tener un abdomen plano. Lo hago todo el año.

¿Los virus de los niños te dejan fatal? la solución para evitar catarros, gastroenteritis. Vitaminas, suplementos, probióticos

4. ANTE EL PRIMER SÍNTOMA DE VIRUS, SUPLEMENTOS

Además, cada vez que uno de mis hijos empieza a ponerse malito, o siento que me estoy poniendo enferma, tomo los siguientes complementos:

  • Ante catarro o gripe: 2 sobres al día de Redoxon Inmuno 14 (vitamina C, equinácea, propóleo y zinc).
  • Si hay gastroenteritis (diarrea o vómitos): Toda la familia toma probióticos durante unos días, además del enfermo claro. Mi favorito es Ultralevura en sobre, por una razón: no sabe a nada. Así que los niños se lo toman encantados también. Es uno de los básicos que no faltan cuando me voy de viaje con niños. Este verano se me terminaron en Canarias, y los que compré allí sabían a rayos. Imaginad el numerito cada vez que había que tomarlos…
  • Además, en mi botiquín no falta el suero en bricks pequeños. Me gusta este formato porque, además de ayudar contra la deshidratación, ayuda a recuperar la flora intestinal (en la pajita con la que lo bebes incluyen probióticos). El mejor es el de sabor neutro, perfecto para toda la familia.

Por supuesto, esto no es infalible. Algún catarro he cogido (hoy mismo lo tengo). Pero de momento me he olvidado de estas temporadas terribles de enfermedades encadenadas. Si tú tienes algún truco extra, ¡por favor, dímelo!

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